Semana 37


Proverbios 20.4

(RVR) El perezoso no ara a causa del invierno; Pedirá, pues, en la siega, y no hallará.

 

Este pasaje es claro sobre los efectos de la pereza en la vida de una persona, especialmente en el contexto de la agricultura.

Un perezoso no se esfuerza en el momento adecuado (en este caso, antes de la llegada del invierno) para prepararse para la cosecha. Cuando llega el tiempo de la cosecha (o la siega), busca los frutos de su pereza, pero no encontrará nada.

Esta metáfora sugiere que, en la vida, así como en la agricultura, hay tiempos y temporadas apropiadas para trabajar y prepararse. Al igual que un agricultor debe labrar la tierra en la primavera y verano para cosechar en el otoño, las personas deben ser diligentes y proactivas en sus vidas para lograr resultados positivos.

Las personas que no actúan cuando deben, que no están dispuestas a trabajar duro, enfrentarán las consecuencias de su inacción.

Existe una profunda frustración y un aprendizaje doloroso cuando el perezoso intenta obtener resultados sin haber trabajado para conseguirlos.

Esta enseñanza resuena en un propósito más amplio dentro de la literatura sapiencial: advertir sobre la importancia del trabajo arduo y las repercusiones de la pereza en todos los aspectos de la vida humana. Además, recomienda que, por la gracia de Dios, el ser humano debe reconocer su tendencia a la inacción y esforzarse por ser más diligente en su vida diaria, ya sea en sus responsabilidades sociales, éticas o espirituales.

El proverbio destaca la idea de que la pereza no solo es una falta de trabajo, sino que tiene consecuencias económicas y prácticas, por lo que se exhorta a los creyentes a aprovechar el tiempo y las oportunidades, para que al llegar el momento de la cosecha, no se encuentren vacíos y arrepentidos.

 


  1. La pereza conduce a la miseria.
  2. Aprovechar las temporadas.
  3. Reclama creyendo que se lo merece. 
  4. Hazle algún regalo a algún miembro de tu familia esta semana.