Semana 40


Mateo 23.23

(RVR) ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello.  

 

Jesús se dirige a los escribas y fariseos(Judíos religiosos) llamándolos "hipócritas" debido a su enfoque desviado de la ley. Aquí, Jesús critica su atención excesiva a los rituales de la ley, específicamente el diezmo que daban de las hierbas pequeñas como la menta, el anís y el comino, mientras descuidaban los preceptos más importantes de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Este mensaje no solo resuena en el contexto histórico de su época, sino que también tiene aplicaciones importantes para la vida cristiana contemporánea.

Contexto Histórico y Legal

Los fariseos eran conocidos por su rigurosa observancia de la ley y sus tradiciones, en muchas ocasiones hasta el punto de ser legalistas. El diezmo era un acto de devoción importante, y los fariseos llevaban esta práctica a un extremo, pormenorizando incluso los productos más pequeños. Sin embargo, Jesús señala que, aunque este acto es loable, no debe ser a expensas de los valores fundamentales que deberían guiar sus corazones y acciones

Este pasaje enfatiza que la práctica religiosa no debe ser un mero cumplimiento de rituales externos. Jesús enseña que la justicia, la misericordia y la fe son esenciales y deben ser priorizadas sobre las obligaciones rituales. Esto implica que las acciones deben fluir de un corazón que realmente se preocupa por el bienestar de los demás y que busca reflejar el amor de Dios en la vida cotidiana.

Aplicación Contemporánea

La advertencia de Jesús llama a los creyentes a una reflexión profunda sobre su propia vida espiritual. En un contexto moderno, esto podría traducirse en la práctica de la justicia social, la compasión hacia los marginados y el fortalecimiento de la fe auténtica que se traduce en acciones concretas. El énfasis no está solo en cumplir con los rituales o las tradiciones, sino en que la verdadera devoción se manifiesta a través de un amor genuino y un compromiso con lo que es recto.

En resumen, es una exhortación a la autenticidad en la vida de fe. Jesús invita a todos sus seguidores a ir más allá de la simple observancia de reglas y rituales, y a enfocar su corazón y acciones hacia lo que realmente importa en el reino de Dios: la justicia, la misericordia y una fe que se expresa en amor hacia los demás. Esto no solo impacta la relación individual con Dios, sino que también mejora las relaciones interpersonales en la comunidad.

 


  1. El diezmo es un principio de bendición y no un ritual.
  2. Jesús le agrega Justicia, misericordia y fe.
  3. Vivimos en la Gracia y el diezmo no es una obligación sino un principio de bendición y abundancia.