2 Corintios 9. 10-11
(RVR) Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios.
Se menciona un principio fundamental en la economía de Dios sobre la siembra y la cosecha.
Este versículo enfatiza que Dios es el proveedor de todo lo que necesitamos para vivir y para ser generosos. La semilla es un símbolo de los recursos que Dios nos otorga, y al sembrarla, podemos esperar una cosecha abundante.
Se establece un principio esencial: cuando sembramos generosamente, podemos esperar que Dios multiplique nuestros recursos (no solo financieros, sino también los frutos de nuestras acciones y justicia) y que estas bendiciones nos lleven a ser generosos con los demás.
La liberación de nuestros recursos no solo es una demostración de generosidad, sino también una forma de agradecimiento hacia Dios. Esto implica que nuestras acciones de dar generan un ciclo de acción de gracias que se manifiesta no solo en nuestra comunidad, sino también en nuestra relación con Dios.
Acciones Prácticas
Establecer una Práctica de Ofrenda: La disposición a dar debe ser algo consciente y proactivo. Se sugiere que cada creyente dedique un día a la semana para apartar su ofrenda, como se menciona en 1 Corintios 16:2, en el que cada uno debe decidir de acuerdo a lo que ha prosperado.
Dar con Alegría: Es crucial que el dar no se haga de mala gana ni por obligación. Dios ama al dador alegre, y esto debe reflejar verdaderamente nuestra gratitud a lo que Él ha hecho por nosotros.
Se resalta que la generosidad es una expresión de nuestra relación con Dios y nos recuerda que nuestras acciones de dar no solo afectan nuestras vidas y situaciones tangibles, sino también nuestro crecimiento espiritual y la expansión del Reino de Dios en la Tierra. Esta es una invitación a ser generosos, a confiar en la provisión divina y a entender que, al dar, estamos participando en una economía que trasciende lo material y se manifiesta en acciones de agradecimiento y en bendiciones que redundan en vidas transformadas.
- Hay siempre “semilla” para el que siembra y “pan” para el que no come.
- Esto es para el que quiere, no hay si uno no quiere.
- La provisión es infinita y desata niveles de abundancia inauditos.
- Las riquezas para que se multipliquen hay que liberarlas.
- Las ofrendas y los diezmos sean usados con sabiduría produciendo acción de gracias a Dios.
- Que otras acciones practicas puedes desarrollar en tu vida.